Encontrar orquídeas naturales fuera de su hábitat natural es difícil. Para no privarnos de su belleza, la ciencia desarrolló a partir del siglo XIX unas variantes híbridas que aportan a cualquier espacio o rincón un toque elegante, exótico y refinado.

El vocablo orquídea viene del griego orchis y hace referencia a la forma de doble tubérculo que tienen sus raíces. ¡Por eso se atribuye a esta planta poderes afrodisíacos! En las culturas precolombinas, los aztecas ya utilizaban una variedad, la vainilla, para aromatizar la bebida de los nobles y guerreros, llamada Xchocoatl. ¿Te suena de algo?

Las orquídeas llegaron a Europa en el siglo XVIII. Desde entonces, se convirtieron en las flores favoritas de las clases acomodadas. ¡Hasta hoy, convertidas en las diosas indiscutibles del floral art más sublime!

Actualmente, regalar una orquídea significa regalar belleza ¡e incluso lujuria según algunos!, y una demostración de un alto grado de aprecio y admiración.

Orquídea de cuatro varas

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